skip to main |
skip to sidebar
Después de unos largos días consultando la página web de Copa Air (companía aérea panameña) daba por hecho que no iba a Cuba para pasar unos días con mis dos amigas de Reus, pero como siempre, nunca hay que tirar la toalla hasta el final, con lo cual, 3 días antes del vuelo previsto, dicha web anunció los mismos vuelos que miraba a mitad de precio, ..... y en nada ya estaba en el Bar la Floridita tomando unos daiquiris con Anna Y Lydia. ¡COPA AIR, me habéis hecho sufrir!LA verdad es que fue en este bar, frecuentado por el escritor Ernest Hemingway, donde probé mi daiquiri en la vida y me encantó tanto que me dí cuenta de lo que perdía todos estos años. Abandono el wisky de siempre y probaré otras bebidas.Durante la visita en el país cubano, estuvimos en la capital, La Habana, Cienfuegos, La Trinidad, y Santa Clara. El hecho de visitar estos pueblos, era porque los tres (Anna, Lydia e yo) no queríamos solo visitar la ciudad turística, sino también quisimos ver como se vive realmente en las afueras, sin turismo por medio. De esta manera, los propios cubanos nos contaban cosas que no nos enterábamos mediante los diarios. La mayoría de charlas con los cubanos fue durante el viaje en las autopistas con un coche alquilado, ya que es muy corriente acoger a alguien de la autopista (auto-stop) y la verdad es que son muy amables. Eso sí, los taxistas, también son tan amables que vienen a sentar con nosotros en el restaurante, asi no perdemos al taxista, ni el taxista a nosotros, pero según para quien, molesta bastante. A parte de La Habana, me gustó mucho Santa Clara, ya que fue la clave para ganar la revolución. Es donde el famoso guerrillero Ché Guevara ordenó descarrilar unas vías de tren para que se volcara unos vagones, cuyo contenido era artillería y soldados del Fulgencio Baptista.Yo volvería otra vez a Cuba, ya que estuve sólo 5 días (solo una tarde de playa) y además algunos lugares públicos que quería visitar estaban cerrados por mantenimiento y excusas similares. ¡Lydia y Anna, gracias por hacer posible este viaje!Las fotos podéis encontrar aquí: fotos.
En esta entrada os voy a ser muy breve, con mi visira por México durante los carnavales. Este viaje no era el propósito por ser carnavales, ya que en mi oficina se cerraba 3 días (de lunes a miércoles) entonces son sólo pedir 2 días libres de disposición (jueves y viernes) entonces tenía una semana para disfrutar en una de las ciudades mas grande del mundo: México D.F.
El viaje constó de dos partes, la primera es la visita de la capital, lo que hice era lo típico, visita al Museo Nacional de Antropología, que por cierto, es muy grande. Antes de entrar al museo, me esperaba lo típico, como todos pensarán: estatuas, máscaras y adornos del estilo maya, atzeca y/o inca, así por el estilo, pero finalmente me gustó mucho y era bastante interactivo: cada sala está diseñada en su época de la historia social del país, es decir, empezabas en la sala de prehistoria, pasando por épocas de pre-clasico, teotihuacán, mexica, oaxaca, maya, .... hasta la actualidad. Recomiendo reservar un dia entero para este fin, ya que a parte de este museo, también en el mismo edificio hay otras exposiciones temporales.
También me fue obligada la visita de la Casa de Frida, ubicada en uno de los barrios mas bonotis y viejos de la ciudad de México: Barrio Coyoacán. Aunque me gusta las obras de Frida Kalho, este museo me decepcionó porque me esperaba ver sus obras, y sólo habían, creo recordar, cinco obras suyas, y y el resto era de su esposo, el famoso pintor/muralista Diego Rivera. Dato curioso, el nombre real del esposo es: Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez. No me estraña que sea muralista, ya que no le cabía la firma en sus cuadros.
Como no, también estuve en el parque de Chapultepec, en las ruinas de los mexicas Teotihuacán, a parte de subir en una de las torres mas altas de México, la Torre Latinoamericana, la plaza El Zócalo, etc...
Eso sí, fue una experiencia rara, ya que antes de ir a México, tenía uno de los dos audífonos medio estropeado, por la alta humedad que hay en Panamá. Desgraciadamente en el país donde resido no existe el distribuidor de la marca de mis audífonos, con lo cual no se pueden arreglar, pero una vez que estaba en México, lo pensé y fuí al centro especializado. Me dijeron que les tenía que dejar durante tres días para que lo arreglaran (cambiar cables oxidados, deshumidificar, realizar tapones nuevos, etc..). Me cedí, y estuve en una de las ciudades mas grande del mundo y yo sin audífonos. Pero me fue bien, me moví caminando, en taxi, en metro...sin problemas. En la vida, hay que arriesgarse, sino, no vives.
La seguna parte fue un mini-viaje en Acapulco. Es una ciudad bastente turística, con bastantes playas buenas para practicar surf y como no, ¡mucha fiesta!.