martes, 21 de octubre de 2008

Aeropuerto de Quito

Buenas, ahora que tengo tiempo, mentira, tengo bastante tiempo, pero son las ganas que me faltaba, ya que con el calor, suele acompañar con la pereza para todo, excepto para tomar una cerveza bien fresquita en cualquier terraza.

 El primer día que llegué a Panamá, tuve que entregar mi pasaporte en la Embajada Española para que me tramitaran el visado y que me prepararan una cédula de funcionario del Estado Panameño. Esto suele tardar unas tres semanas (de hecho, aún lo estoy esperando). Hasta aquí no hay ningún problema, porque ellos (los de la Embajada) me prepararon una fotocopia compulsada de mi pasaporte ordinario para no ir indocumentado por el país. Pero, a mediados de la semana, mi jefe de Panamá me comentó que tenía que ir urgente a Quito (Ecuador) el domingo a mediodía (12/10/2008) hasta el miércoles a mediodía (15/10/2008). Y yo con esta cara  ¬_¬!

 - ¡Pero si no tengo pasaporte! -Dije preocupado a la secretaria de mi jefe que estaba preparando los billetes.

-¡Bah! En eso no hay problema, vas a la Embajada y lo recuperas. Todo resuelto. - me respondió.

 Me llevan a la Embajada, le comento mi situación y me devuelve el pasaporte sin problemas (por cierto, la gente que trabaja allí es muy maja), pero sin el correspondiente visado.

 Bien, llegó el día de embarque hacia Quito, llego al aeropuerto Mariscal Sucre, que es un aeropuerto que está a punto de ser convertido en un Parque, ya que la ciudad se lo está comiendo, y es muy peligroso. Hace un año un avión de Iberia salió de la pista, podéis leer en esta notícia.


Llego al hotel, dejo las cosas, y paseo por Quito, ya que la zona de donde vivo es bastante céntrica y pude ver algo del mercado. Pero en Quito tiene cuatro estaciones del año en un día, hace sol a la mañana, llueve a la tarde, hace frio por la noche. Y yo no llevaba provisiones ideales para pasear en condiciones, pues volví al hotel para descansar un poquito. Y aproveché la ocasión de tener el agua caliente en el baño, ya que en la casa donde vivo en Panamá no dispone de agua caliente, me ducho cada día con ¡agua fría!, si, es verdad que hace mucho calor, pero a la primera hora de la mañana, ducharse con agua fría….¡cuesta!, eso sí, de deja ¡bien despierto!

Estuve trabajando en la oficina durante dos días, y finalmente me llevan al aeropuerto para volver a Panamá. Aquí empieza la aventura:

 

En el mostrador de check-in:

 

-Buenas tardes, su pasaporte y reserva de vuelo por favor –me dice la quien se encargaba de emitir billetes y facturar maletas.

-Aquí tiene, señora – le respondo amablemente.

-¿A que vas a Panamá? – me pregunta.

Yo me pongo pensativo, al no tener visado aún, le respondo – De vacaciones-

Me vuelve a preguntar: -¿Cuánto tiempo vas a estar en Panamá?

Le contesto: -Dos semanas

Me pide con la siguiente pregunta: -¿Tiene boleto para volver a España?

Y yo con esta cara otra vez: ¬_¬! –No tengo aquí, lo dejé en Panamá, señora.

-Pues no se puede embarcar si no tiene billete de vuelta a España.

 

La cuestión era que se querían aprovechar de que yo era un español y no tenía billete de vuelta para negociar un soborno (el billete de vuelta a España no hacía falta, sino que en Panamá era quién se tenían que preocupar de mi vuelta). Pero en este momento, por la costumbre europea, no caí en la cuenta que en esos países funciona con sobornos según para qué casos. Después de dos horas discutiendo, le pedía que viniera el responsable de la aerolínea, y nunca venía (en realidad no le avisaban para no caerle el pelo), pues como último recurso, fui a un cyber que había por el aeropuerto, busqué el mail de billete aéreo Barcelona – Panamá (real), y también tenia billete de vuelta (Panamá – Barcelona) ficticia para entrar al país como turista, los imprimí, los enseñé y finalmente me dejaron embarcar 5 minutos antes de cerrar las puertas de embarque (sin que ellos vean ningún billete verde, ¡toma ya! – ¡GMail forever!).

 

Al día siguiente de llegar a Panamá, lo comenté en la Embajada y a mi jefe, y me dijo que a veces, para evitar problemas, es mejor meter un billete verde dentro del pasaporte. Una vez que tenga visado y la cédula, en teoría, no debería pasar estos casos.

 

Bien, para alegrar un poco, os adjunto las fotografías de la oficina donde trabajo:

Vista desde la Oficina Comercial


Entrada de la Oficina Comercial


Como veis, así es el tráfico diario.


En la recepción del Embajador de España en Panamá.


Así es la bandera de Panamá, ¡para quien quiera venir a verme!


La fiesta en un barco, dando un paseíto por el canal con Lara.


Fin de la fiesta, ¡todos abajo! - Valentina, Eduardo, Lara, Simona, Amelia y Víctor.


5 comentarios:

  1. Bueno Victor!!! quien te ha visto y quien te ve!! Oye, que estás muy guapo en las fotos esas de la embajada. Está muy interesante todo esto que nos cuentas. Espero que nos sigas deleitando con tus historietas. Un abrazo.

    Agur!!

    Ione

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  2. a mi me hacen lo del aeropuerto y te aseguro que le saco una foto para divulgarla por ahi

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  3. Me parece que has esajerado tu historia,,,,,
    pero bueno , chico, cada uno lo explica a su manera
    pero, si trabajas para la embajada,¿?, sabras, que con una llamadita a la administracion del embajador, alguna persona de la oficina comercial, te hubiese asesorado bien.
    Y jamas te dirian que pongas un billete verde en el pasaporte...

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  4. me parece muy de mal gusto tu comentario me gustaria q recuerdes q los latinoamericanos decendemos lastimosamente de (bueno oviemos nombres) y si somos asi es xq uds son aun peores

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  5. en latinoamerica solo pueden sobornar a los gilipollas

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